Título:
Ritos funerarios
Autor:
Hannah Kent
Editorial:
Alba Editorial
Sinopsis:
Basada
en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia,
acusada del brutal asesinato de dos hombres, Ritos
funerarios es
una novela de suspense y de pasiones íntimas con el trasfondo del
paisaje helado de la Islandia del siglo XIX. Agnes, mientras espera
la hora de su ejecución, es confinada en la granja de un matrimonio
y de sus dos hijas. Horrorizada, la familia ni siquiera quiere hablar
con ella. Tan solo el joven ayudante de un pastor intenta
comprenderla y salvar su alma. A medida que sus conversaciones
progresan y el invierno deja su huella, el dilema se afianza: ¿fue
Agnes culpable o no de los terribles hechos de que la acusan?
Ritos
funerarios es una novela escrita de una forma cruda: una redacción
oscura con muchos tintes oníricos, unos escenarios costumbristas y
unos personajes descarnados. Parece que el frío clima islandés se
filtra en cada una de las páginas, convirtiéndose en un personaje
más de la novela, marcando al resto de los protagonistas del relato
y muchos de los sucesos. Es un personaje que despierta la misma
simpatía que el resto, es decir, escasa. Los habitantes de la novela
de Hannah Kent son tan auténticos que a veces resultan incómodos.
No son personajes agraciados, no son especialmente habilidosos, sino
que de primeras pueden resultar ruines y vulgares. Sin embargo, a
medida que avanza la novela toda esta autenticidad se convierte en su
mayor virtud.
Agnes,
la protagonista, resulta un enigma al mismo nivel que el suceso por
el que está condenada a muerte. ¿Realmente fue capaz de cometer el
crimen? Las diferentes versiones que los personajes aportan sobre los
dos asesinatos, sobre el carácter de las víctimas y de la propia
Agnes hacen dudar constantemente y cuanto más se acerca el final de
la novela menos clara tenemos la respuesta.
Me
ha gustado mucho la redacción de Hannah Kent (en una excelente
traducción de Laura Vidal), con unas imágenes y unas metáforas
alejadas de lo que estoy acostumbrada a leer. Reconozco que
engancharse a la lectura inicialmente me fue complicado, sobre todo
por la falta de empatía con los personajes, pero después se agiliza
ante la necesidad de esclarecer los asesinatos. Sin embargo, eché de
menos un poco más de profundización, el destino de Agnes me habría
resultado más desolador si hubiera sido capaz de conocerla mejor,
tanto a ella como al resto de los personajes. Querría haber
experimentado algún tipo de empatía o pena por las víctimas, me da
la impresión de que este ha sido el principal inconveniente de Ritos
funerarios.
Se
trata de una novela entretenida pero en que me da la sensación de
que se ha quedado en la superficie de la historia que hay detrás. A
pesar de esto, estoy segura de que, si tengo ocasión, volveré a
leer otro libro de esta escritora.
Puntuación:
6/10
¡Un
abrazo!
Nica
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